viernes, 29 de marzo de 2013

India: colonia inglesa.


El Imperio Británico llego a ser el imperio más grande de la historia de la humanidad ocupando una quinta parte de la superficie mundial (36 millones de kilómetros cuadrados) e incluyendo una cuarta parte de la población mundial (aproximadamente 500 millones de personas).
La India fue la pieza clave del imperialismo británico. Su dominio se remonta al siglo XVIII cuando la East Indian Company se encargaba de la explotación y administración del territorio (1777). Con sus 5 millones de kilómetros cuadrados y una población cercana a los 300 millones de habitantes constituía un mercado muy importante para los productos británicos. Suministraba a Gran Bretaña materias primas (especialmente algodón ; aunque también era importante el té, yute y aceite). La ruina del artesanado hindú, por la imposición del pacto colonial y la competencia de los productos industriales de la metrópoli, desencadenó un movimiento nacionalista que culminó en la Revuelta de los Cipayos de 1837 (los cipayos eran tropas indígenas al servicio del Imperio Británico), en contra de la occidentalización del país. La consecuencia más importante de la revuelta fue la disolución de la East Indian Company y la incorporación de la India a la Corona (1858). Durante el siglo XVIII y principios del XIX, la India fue el lugar donde muchos de los hijos nacidos en segundo lugar en familias nobiliarias (que no heredarían el estatus familiar, y debían de elegir entre la Iglesia y el Ejército) irían como oficiales de la Armada a hacer fortuna.
Sin embargo el nacionalismo hindú resucita. En 1885 nace un partido nacionalista: el Partido del Congreso, dirigido por intelectuales hindúes formados en universidades anglosajonas y que se orientó hacia posiciones moderadas: la conversión de la India en un dominio similar a Canadá. Pero Gran Bretaña se negó sistemáticamente a conceder la autonomía a un territorio vital para la economía inglesa.
La India estuvo dirigida por un Gobernador General que dependía de la Corona y que era una especie de virrey. La mayor parte del territorio se dividía en distritos provinciales administrados por funcionarios británicos, aunque en 1869 accedieron hindúes occidentalizados. El resto del territorio se administró con varios protectorados, cuyos soberanos fueron en la medida de lo posible fieles a la Corona.

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