EL FIN DE LA PRIMERA
GUERRA MUNDIAL Y EL ESTALLIDO DE LA REVOLUCIÓN RUSA.
…En Europa comenzaron
los preparativos para la Conferencia de Versalles. Por otro lado, en los países
que en algún tiempo fueron imperialistas y que participaron en el desarrollo de
estos conflictos, vienen a surgir diferentes problemas políticos, económicos y
sociales que más adelante sirvieron como bandera para iniciar levantamientos,
motines y lucha de clases sociales como es el caso de la revolución rusa, quien
tuvo sus conflictos desde inicio de siglo al romper relaciones con Japón y la
disputa de territorios en esta parte del mundo. Además de las consecuencias que
se van a dar en este país con los levantamientos armados por la crisis que
vivió Rusia hacia 1905, en el famoso “domingo sangriento”, y los levantamientos
que se van a desarrollar con las ideologías presentadas por los diferentes
personajes como Vladimir Ilich Lenin, en contra
del gobierno zarista en la Rusia, todo ello viene a fortalecer una situación de
lucha interna o guerra civil, por alcanzar el poder en esos tiempos, que más
adelante va a cambiar el poder de un país.
LA REVOLUCIÓN RUSA
Antecedentes
Sus inicios se dan en la
guerra que los rusos tienen con los japoneses por la disputa entre territorios
y que finalmente los japoneses logran sobreponer su poder, todo esto trajo como
consecuencia que en la sociedad rusa se agravaran los problemas sociales.
En
esta época los zares vivían en la opulencia, el pueblo padecía hambre y
miseria, hundido en el analfabetismo y en contrapartida existía un gobierno
monárquico impuesto por la clase social alta que era parte de ese mismo sistema
que no satisfacía las necesidades de participación política de la burguesía y
de la pequeña burguesía, aparte de los gastos que generaban mantener al
ejército y a la burocracia. Los obreros tenían salarios muy bajos, sin derechos
laborales conscientes de que ellos constituían la mayor parte de la población,
en esos tiempos también los campesinos no habían encontrado una solución a la
tenencia de la tierra.
Es así como empezaron a surgir figuras de la clase media
que habían salido de Rusia a estudiar y conocer nuevos sistemas de gobierno, a
la par que las ideas de autores como Federico Engels y Karl Marx, serían
determinantes para las movilizaciones sociales en Europa y Rusia dada la
influencia de sus ideas revolucionarias que favorecían las movilizaciones de la
clase trabajadora contra los intereses de la clase social dominante.
REVOLUCIÓN RUSO-JAPONESA
Uno de los conflictos
que agravó la situación social fue el conflicto ruso-japonés, que se puede
encuadrar en la lucha de estas dos grandes potencias imperialistas por la
ocupación del territorio chino llamado Manchuria (que sería utilizado como
puerto naval, militar y comercial).
Japón, potencia económicamente en
desarrollo, fue el principal protagonista de la guerra contra Rusia tras
destruir sus flotas en el Báltico durante 1904 y 1905. Al considerar que la
penetración rusa en Corea y Manchuria suponía un riesgo para su seguridad
nacional, Japón exigió a Rusia que abandonase Manchuria, en cumplimiento de los
acuerdos suscritos entre ambos países en el año de 1900. Rusia dilató las
conversaciones diplomáticas durante dos años y Japón, al no tener una respuesta
favorable a sus demandas diplomáticas y militares rompió las relaciones con
Rusia el 6 de febrero de 1904, dando inicio a la Guerra ruso-japonesa.
El
objetivo japonés era Port Arthur, situado en la península de Liaodong, al sur
de Manchuria, que había sido fortificado por los rusos para convertirlo en una
base naval mayor. Los japoneses necesitaban controlar el mar para enfrentarse a
una hipotética guerra en el continente asiático. De este modo, su primera tarea
militar fue neutralizar a la flota rusa anclada en Port Arthur, posteriormente
el conflicto terminó cuando los japoneses lograron
vencer a las tropas de los rusos en la batalla naval de Tsushima (mayo de
1905).
Debido a la
incompetencia de su ejército y a que sus refuerzos llegaban tarde porque su medio
de transporte era el ferrocarril, Rusia se ve obligada a negociar la
terminación de la guerra. Se determina un armisticio entre los dos gobiernos:
aunque los rusos se encuentran muy debilitados por la Revolución de 1905, las
finanzas japonesas están totalmente debilitadas y el Imperio nipón ya no
dispone de los medios para destruir completamente al grueso de las tropas rusas
de Extremo Oriente.
Se organiza una Conferencia de Paz en Portsmouth (Estados Unidos
de Norteamérica) el 5 de septiembre de 1905, gracias a la mediación del
presidente estadounidense Theodore Roosevelt. Las cláusulas estipulan: Rusia debe
reconocer la permanencia de los intereses del Japón en Corea; cede al vencedor
su arrendamiento de la península de Liaodong, su base de Port Arthur, el
ferrocarril meridional de Manchuria y la mitad sur de la isla de Sajalín. Ambos
países, de común acuerdo, se comprometen a restituir Manchuria a China. A pesar
de la insistencia de Japón, no se prevé ninguna indemnización.
Después de la derrota de
los rusos con los japoneses en el Oriente, el pueblo ruso quedó afectado
económicamente, los zares habían mantenido un régimen de gobierno de tipo feudal.
Por lo tanto la transición de este gobierno a uno más industrializado, fomentó
el crecimiento del sector obrero en las grandes ciudades y no en el campo. De
tal forma que se empezaron a introducir documentos e ideas revolucionarias
entre los trabajadores, difundiendo entre ellos el libro ¿Qué hacer? de Lenin,
que se convertiría en el principal actor ideológico de la Revolución Rusa.
Debido al descontento de
los campesinos (ahora obreros en la ciudad) por obtener mejoras en el trabajo y
condiciones de vida más favorables, se reúnen para protestar y solicitar al zar
esas mejoras. Fue entonces que en enero de 1905, el día conocido como «domingo sangriento»,
en donde hubo una marcha pacífica de protesta en San Petersburgo encabezada por
un joven dirigente de organizaciones obreras, cuyo objetivo era entregar al zar
una petición de mejoras laborales, fueron reprimidos por soldados de infantería
y tropas cosacas, y como resultado un gran número de víctimas, tal vez miles,
lo que ocasionó una ola de protestas en toda Rusia: el divorcio entre el zar y
la masa de campesinos y obreros sumía a Rusia a lo peor.
Tras los sucesos de
1905, las insurrecciones campesinas se repitieron en 1906 y durarían hasta
1908. Las concesiones por parte del gobierno fueron vistas como un apoyo tácito
de la redistribución de la tierra, por lo que se produjeron nuevos ataques para
forzar a los terratenientes y propietarios «no campesinos» a que huyeran.
Creyendo que una reforma agraria era inminente, los campesinos quisieron
aplicarla anticipadamente. Fueron firmemente reprimidos por el ejército
zarista, también se realizaron otros brotes de protesta como el del acorazado
Potemkin un buque de guerra en donde se sublevaron contra el gobierno zarista.
Como consecuencia de los
anteriores conflictos, el zar Nicolás II se ve obligado a establecer cambios en
las reformas de los derechos políticos de ese país, por lo tanto se establece
“la duma “, antigua asamblea imperial, que más adelante se convertiría en
asambleas legislativas, así también se dieron cambios significativos en otros
sectores como el de los campesinos, aunque no en su totalidad pues solamente
unos cuantos salieron beneficiados.
Además, comenzaron a
surgir diferentes organizaciones que, temerosas de enfrentar al gobierno, no lo
hacían de manera abierta; grupos de obreros llamados soviets surgieron con la
idea de consolidar los movimientos revolucionarios de 1917.
Comienzan a surgir dos
grupos representativos de campesinos y obreros, cada uno apoyando a las diferentes
corrientes de ese país, ambos opositores al gobierno zarista y dirigiendo las
manifestaciones de los trabajadores, dando origen a una serie de huelgas en
todo el país; por un lado surgen los mencheviques liderados por León Trotsky, y
por otro los bolcheviques representados por Lenin, ambos personajes serían los
dirigentes de la revolución de 1917.
REVOLUCIÓN RUSA DE 1917
La inclusión de Rusia en
la Primera Guerra Mundial significó el descontento de todo el país de entrar en
un conflicto bélico, sin atender las necesidades primordiales de la sociedad
rusa. Como no había avance de Rusia y por el contrario pérdidas humanas y materiales,
los idealistas que estaban en Europa y Siberia en el exilio (Lenin y Trosky) iniciaron
una serie de publicaciones y panfletos que serían repartidos en el frente de batalla
y en las principales ciudades rusas, ganando la simpatía del pueblo y de los
militares, que por la premura de la guerra eran parte de los obreros. Esta
conjunción de elementos da origen a la solicitud de cambio de gobierno y la
salida urgente del pueblo ruso de la primera guerra mundial que, según Lenin,
era una guerra imperialista donde Rusia no tenía nada que hacer. Había que
iniciar el cambio de gobierno y derribar en su momento a los imperialistas.
Para conformar un gobierno comunista que fuera integrado por el pueblo, se
basaron en los ideales del partido comunista, sustentados en la obra de Karl
Marx y Federico Engels.
Para 1916 el pueblo ruso
fue aplastado fundamentalmente por las huelgas de obreros, así también por la
depresión económica, consecuencia de haber participado en la Primera Guerra
Mundial.
Los opositores al
gobierno criticaban las decisiones del zar y la mala preparación del ejército,
esto fue aprovechado por ciertos sectores de la burguesía que ambicionaban el
poder surgiendo dos corrientes opositoras al gobierno; por un lado los
liberales reformistas que más adelante se van a convertir en bolcheviques
(mayoría) y por otro lado los revolucionarios o mencheviques (minoría).
El 27 de febrero de 1917
inicia la revolución rusa en la ciudad de Petrogrado, es conocida como “la
revolución de febrero”, el ejército encabezado por Alexander Kerenski toma
Moscú.
Los grupos protagonistas
de esta guerra deciden formar el “soviet” que significa congreso y así
determinar quiénes van a asumir el gobierno. El 17 de marzo de 1917 asciende al
poder Kerenski, debido a que los principales líderes revolucionarios estaban exiliados
o en prisión; a pesar de que Kerenski toma el poder y de los esfuerzos
realizados, no consigue detener la crisis interna en la que estaba sumergido el
país, por ello Lenin y Trostky regresan del exilio y toman el liderazgo de la
Revolución Rusa para después constituir un nuevo gobierno de tipo socialista
comunista.
La revolución continúa
con los dos grupos protagonistas en esta guerra civil ahora llamados “bandos”
conformados por los contrarrevolucionarios y los rojos, formados por los
bolcheviques.
Este segundo grupo va a
alcanzar la victoria que origina una ola de terror que más adelante se va a
consolidar con la muerte del zar Nicolás II y su familia, en julio de 1918.
Para 1921, con la
revolución consolidada, Lenin asume el poder, genera una nueva política
económica, sin embargo no pudo sacar a Rusia de su crisis financiera, a pesar de
que previamente se crearon industrias para reactivar la economía.
En 1924 surge la Unión
de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) con una nueva constitución. Lenin
muere en 1924 y Stalin toma el poder del país.
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