domingo, 5 de mayo de 2013

Los regímenes totalitarios.


Fascismo
Italia tenía dentro de sus prioridades, la expansión territorial y esto la llevó a cambiarse del grupo de la Triple alianza al grupo de países de la Triple entente dirigidos por Inglaterra durante la Primera Guerra Mundial, sin embargo no salió económica ni territorialmente beneficiada a la firma de tratados en esa repartición que realizan los países vencedores. Lo que se manifiesta en su economía en los siguientes indicadores como: crecimiento de su deuda externa, se registra un gran desempleo y enfrenta problemas económicos.
Siendo estos elementos fundamentales y haciendo “suyas las demandas de los trabajadores”, aliándose al sector empresarial y a la iglesia y explotando el nacionalismo de su pueblo, Benito Mussolini llega al poder, tomando como objetivo fundamental el engrandecimiento de la nación, además de convertirse en el “Duce” que significaba el “Jefe”, ejerciendo el poder autoritario y creando el Partido Fascista, realizando el adoctrinamiento a los niños y a los jóvenes donde es fundamental la enseñanza de la fidelidad y obediencia al “Duce,” teniendo en cuenta que todo debe ser con el estado y nada contra el estado.
De esta forma, “controlaba” reprimiendo y adoctrinando a su pueblo de manera interna y de manera externa, ejerció una política de expansión agresiva para lo que consideraba importante: lograr un crecimiento de la población premiando a las familias numerosas.


Nazismo
Durante los primeros años del siglo XX en Alemania, al igual que en varios países europeos, se enfrentaba a serios problemas económicos, políticos y sociales, pero de manera especial en Alemania se manifestaban grandes contradicciones sociales, además de lo que significó que perdieran la Primera Guerra Mundial y las sanciones que le fueron impuestas en el Tratado de Versalles, haciéndose acreedores a ceder territorios conquistados, pagos de indemnización, reducción de su ejército, entregar parte del material de guerra y su flota, estos factores fueron importantes para generar y explotar un sentimiento de “nacionalismo” para recuperar territorios que consideraban suyos. Este sentimiento de nacionalismo fue un elemento fundamental para el establecimiento del nazismo encabezado por Adolfo Hitler.
El Partido Obrero Alemán, dentro de su programa político consideraba dos puntos fundamentales: el no cumplir con los tratados de paz, en especial con el Tratado de Versalles y la exclusión de los judíos de la comunidad alemana. Después de que Hitler ingresa a esa agrupación, ésta se convierte en el Partido Obrero Nacional Socialista Alemán del que Hitler se consolida como su dirigente natural.
En 1923 Hitler intenta dar un golpe de estado y ante su fracaso es detenido. En prisión escribe su libro “Mi lucha”, que será la doctrina guía de los nazis, de donde son retomadas las ideas que enarbola su líder, de entre las cuales destacan:
•Las ideas racistas, dividiendo al mundo en razas inferiores y superiores o arias, representada por los alemanes.
•El antisemitismo, que significa el odio hacia los judíos.
•La obediencia a un líder carismático.
Finalmente, en 1933, Hitler llega al poder deshaciéndose de sus enemigos, entre ellos los comunistas, e inicia en Alemania un estado totalitario convirtiéndose en el Führer, manifestándose en la centralización del poder a través del establecimiento de un partido único (Nazi); control de la clase trabajadora; medios de comunicación; creación de la policía secreta (Gestapo); la construcción y funcionamiento de campos de concentración: primero en Alemania y posteriormente en Polonia, en donde se construye el de Auschwitz I y II, este último no le dio tiempo terminarlo.
A estos campos eran enviados judíos en su mayoría, así como marxistas, homosexuales y polacos, que murieron en cámaras de gas, celdas de castigo, por desnutrición, sometidos a jornadas de trabajo excesivo. A muchos prisioneros se les desprendió la piel para convertirlos en lámparas o prendas de vestir, se les arrancó el cabello para realizar pelucas, o bien que sirvieran de relleno de los abrigos de jefes alemanes.
Aún existen hoy evidencias de estos horrores en Polonia al oeste de Cracovia, donde se encuentra un museo donde se exhiben las cabelleras arrancadas, el calzado roto, las pertenecías con las que llegaban al campo de exterminio, entre otros objetos. Y un dato irónico: en la puerta de entrada al campo de concentración de Auschwitz I, fue colocada la leyenda “El trabajo nos hará libres”.
De esta forma, el nazismo representa una etapa de crueldad ejercida del hombre sobre el mismo hombre.


Estalinismo
A la muerte de Lenin en 1924, José Stalin toma el poder y se convierte en el jefe supremo de la URSS, derrotando así a León Trotsky a través de una serie de intrigas políticas que le permiten imponerse sobre sus enemigos convirtiendo al socialismo soviético en un totalitarismo de estado, lo cual se manifestó en una centralización del poder por parte de su gobierno a través del apoyo del partido único (PCUS).
El estalinismo está caracterizado por los rasgos más autoritarios del comunismo implantado en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) posterior a la muerte de Lenin y una vez superada la resistencia de los principales opositores a Stalin, especialmente la de León Trotsky.
El imperio de la burocracia, el recurso arbitrario a la represión de las masas, un desproporcionado culto a la personalidad y la ejecución de los enemigos políticos (en las que la historiografía ha denominado ‘purgas’) constituyeron los fundamentos esenciales del estalinismo. El término también ha sido empleado para referirse a las dictaduras comunistas caracterizadas por los mismos elementos: la de Camboya durante el régimen de Pol Pot, la de Rumania durante el gobierno de Nicolae Ceausescu y la de Corea del Norte con Kim Il Sung.
La política estalinista cambió radicalmente en la sociedad soviética. Una sociedad agraria con islotes industrializados fue transformada en todas sus estructuras. Los mejores indicadores son el crecimiento de la población industrial y urbana, la incorporación masiva de la mujer al trabajo, el retroceso del analfabetismo (uno de los logros más espectaculares) o el despegue tecnológico.
El partido y el Estado son lo suficientemente fuertes como para imponer esta política, gracias a ello la tasa de crecimiento económico se recupera espectacularmente. Stalin se sirve de la burocracia para fortalecer el partido y el Estado creando así una nueva clase social privilegiada, la nomenclatura.
Con esta política aparece la tesis del desarrollo del socialismo en un solo país que supone el cierre de la economía y la autarquía. El consumo se controla a través de los planes quinquenales y se aumenta gracias al consumo interno, sobre todo de bienes de equipo.
Las depuraciones de la disidencia son masivas, particularmente entre 1936 y 1939. El desarrollo económico se fundamenta en los bienes de equipo y de la industria militar.
La sociedad se militariza como para una guerra. La guerra llega en 1941. Otra de las características de ese gobierno fue la de establecer un régimen del terror. Stalin desde el poder, vuelve a plantear el comunismo de guerra e inicia el gran giro. El régimen estalinista se consolida y comienza la guerra fría con los aliados.


El Falangismo
El Falangismo español fue una doctrina ideológica creada por el general José Antonio Primo de Rivera con el apoyo del rey Alfonso XIII, la cual le permitió establecer un estado totalitario, así como la suspensión de la Constitución y la creación de una Asamblea Nacional Constitucionalista, el establecimiento de partido único, así como el adoctrinamiento de niños y jóvenes. Todas estas medidas asumidas, son llevadas a cabo hasta su muerte, que acontece en 1930.
En 1931 se instaura la República a través de un proceso electoral democrático, ganado por partidos políticos de izquierda conformado por socialistas y liberales. Sin embargo, ante esta situación, en 1936 Francisco Franco organiza un golpe de estado y llega al poder con el apoyo de la Iglesia y de grupos conservadores contra del establecimiento de la República. Como respuesta, se inició la Guerra Civil, que termina en 1939. A partir del 1 de abril de ese mismo año establece una dictadura que se prolonga hasta su muerte (1975).
Su gobierno se sustenta en un estado totalitario, caracterizado por centralización del poder, represión hacia sus enemigos políticos, persecución de comunistas, establecimiento del catolicismo como religión oficial y en los primeros años de su dictadura se alía a los gobiernos de Alemania e Italia, considerando que esto le llevaría a conquistar territorios y recobrar el poder que España logró en ciertos momentos de la historia.


Nacionalismo japonés con Hirohito.
Japón se ha caracterizado por tener un objetivo muy claro, su política expansionista que los ha llevado a incursionar fuera de sus fronteras. Esto lo vivió China ya que Japón siempre se ha sentido atraído por sus territorios (Manchuria, Pekín). El representante del gobierno totalitario en Japón fue el emperador Hirohito, quien basó su fuerza en el ejército, aliándose con Alemania e Italia, quienes tenían un objetivo en común, una política expansionista y, aunado a esto su descontento por la forma en que se realizó la distribución de colonias territoriales al término de la Primera Guerra Mundial. Aquí también fue fundamental el culto a la persona y centralización del poder en el emperador.

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